La mediación familiar favorece la resolución pacífica de conflictos familiares. Aunque las separaciones o divorcios ocupan la mayor parte de los procesos de mediación, esa práctica está destinada a cualquier tipo de conflictos familiares que puedan surgir entre los miembros de una familia.
El mediador familiar, diplomado por el Estado en mediación familiar, es neutral e imparcial. Facilita la comunicación entre los participantes implicados para restablecer un dialogo constructivo mientras asegura la confidencialidad de la mediación. El mediador familiar apoya a los participantes, pero ellos tienen el papel principal en la mediación y se encargan de buscar soluciones consensuadas.
La mediación favorece el entendimiento. Los acuerdos que los participantes consiguen durante la mediación son más estables ya que resultan de sus propias decisiones, adaptadas a sus necesidades y circunstancias.
La entrevista inicial de mediación, de 45 minutos, consiste en explicar el proceso de mediación y averiguar las expectativas de cada participante. Esa entrevista es gratuita. Las sesiones, plenarias o individuales, de mediación familiar duran entre una hora y media y dos horas. Las entrevistas están conducidas en francés, inglés, español, italiano y árabe. La videoconferencia (Zoom, Skype) es posible, en caso de necesidad.
No duden en llamarnos para preguntas o puntos que clarificar.